miércoles, 28 de octubre de 2015

LLAMADOS A CUSTODIAR SU CASA

     
    Somos grupo de hombres cristianos, llamados por Dios de todas las partes del mundo para una misión especial: ¡custodiar su Casa!

         En su peregrinación, a pesar de la violencia de las cruzadas, se reunió y dialogó con el sultán Melek el-Kamel, que en aquel tiempo gobernaba en Tierra Santa. Fue un encuentro pacífico y dio inicio a la presencia franciscana en Tierra Santa, imprimiendo un estilo a nuestra presencia a lo largo de los siglos… hasta hoy.

         Esta provincia de la Orden franciscana, con el tiempo, tomó el nombre de Custodia de Tierra Santa. parte de una Orden religiosa de la Iglesia Católica, la Orden de los Hermanos Menores, los franciscanos. Nuestro fundador, san Francisco de Asís, a comienzos del siglo XIII, movido por el amor a Cristo pobre y crucificado, se acercó hasta el Oriente Medio para “tocar” aquellos lugares que, hasta hoy, constituyen un testimonio insustituible de la revelación de Dios y de su amor por el hombre. 
         San Francisco y los franciscanos siempre han venerado ardientemente la encarnación de Jesús. Por esto, desde el principio, amaron y aman la Tierra Santa. De hecho, no hay Encarnación si no se concreta en un Lugar. Para nosotros, amar esta Tierra significa amar a Jesús. Y no podemos pensar en Jesús sin amar su Tierra. Por esta especial veneración de los franciscanos al Evangelio de Jesús y a su encarnación, la Iglesia Católica nos encargó la misión de Custodiar los Lugares de nuestra Redención.
         Custodiar los Santos Lugares es algo muy concreto: animar los Santos Lugares con la liturgia para los peregrinos y para las iglesias locales, acoger a los peregrinos que vienen de todas partes del mundo para rezar y descansar en estos Lugares, y mantener las estructuras de estos Lugares para que funcionen correctamente.
         Junto a los Santos Lugares viven comunidades cristianas locales. Las comunidades locales están constituidas por parroquias de diversos ritos y tradiciones católicas (occidentales y orientales). Nosotros, los franciscanos, atendemos las parroquias que tienen su centro y sede en los Santos Lugares. Amar las piedras que custodian la memoria de Jesús nos empuja a amar también las piedras vivas, las comunidades cristianas, que han vivido siempre aquí. Son numerosas las actividades formativas y sociales de la Custodia para sostener la presencia cristiana en Tierra Santa: escuelas, construcción de viviendas, ayudas para subsanar las distintas formas de pobreza.
        A los peregrinos cristianos que vienen de todas partes del mundo se les ofrece guía espiritual y una amplia red de casas de acogida, además de la garantía y la gracia de poder celebrar en los Santos Lugares los misterios de la redención.
       En resumen: somos una fraternidad de la Orden de los Hermanos Menores que, viviendo en Tierra Santa, custodiamos, estudiamos y hacemos acogedores los Lugares que son el origen de la fe cristiana y, viviendo en ellos, anunciamos las maravillas del amor que el Altísimo, Omnipotente y Buen Señor AQUÍ quiso hacerse hombre como nosotros para la salvación de todo el género humano.


    
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